Un libro imprescindible para todo aficionado al género fantástico es esta obra escrita antes que “Las 1000 y una noches” y de carácter religioso, que lleva exactamente el mismo esquema que los cuentos de Sherezade…con una “pequeña” diferencia. Aquí no es una concubina la que cuenta cuentos a su rey con la esperanza de que éste vaya dejando pasar el tiempo. Aquí es un rey el que debe escuchar los cuentos que le va narrando un vampiro. Y no solo eso, sino responder a una cuestión cada vez, con la que el ser maléfico trata de enredarle bajo la amenaza de su maldición favorita: que al rey le estalle la cabeza.